Aunque lamentablemente no siempre es así, tener buen gusto debería ser obligatorio para preparar motos. Sin lugar a dudas, los creadores de esta Honda CB750/R1 lo tienen y además en grandes cantidades, a tenor de lo que se puede ver en las imágenes. Con una de las motos de la firma japonesa como punto de partida, el resultado no puede ser más atractivo y llamativo.
Cuando se tiene una moto tan especial y cotizada como la CB750, decidirse a hacer una preparación en la que la mayoría de las piezas de la moto se sustituyan no es algo sencillo de decidir. El riesgo a destrozar una de esas motos tan especiales como la de la firma del ala dorada y que el resultado no sea el esperado está siempre ahí.
Sin embargo, hay que reconocer que esta Honda CB750/R1 creada por LBC Motorcycles cumple con creces, mejorando incluso al modelo de serie con el que se ha dado vida a este proyecto ambicioso. A petición de uno de los clientes de la casa argentina, la combinación de los componentes originales y unas llantas y suspensiones de una Yamaha R1 dieron como resultado esto que reflejan las imágenes.

La Honda CB750/R1 se basa en el modelo original para crear una moto de estilo racing clásico
La premisa de este propietario valiente al responsable de LBC fue sencilla y clara, ya que sólo le pidió que usara las piezas de la R1 y que crease una moto con estilo de carreras. Tras los primeros renders y con la idea en la mente, el proceso de creación comenzó eligiendo las piezas que se conservarían.
Esa lista de piezas que se han conservado en esta CB750/R1 respecto a la CB750 del año 81 es realmente corta, ya que lo único que permanece en esta customización es el chasis, el depósito de gasolina y el cuerpo de carburadores. Aunque el motor es igual al de serie, tuvo que ser reconstruido con nuevas piezas conseguidas en diferentes partes del mundo.
La unión entre los componentes de la moderna Yamaha R1 y la antigua Honda se resolvió con gran ingenio y con un laborioso trabajo de adaptación. Sin ir más lejos, además de necesitarse un juego de tijas hechas a medida, el basculante tuvo que ser creado desde cero, utilizando tubo de acero para poder darle la forma necesaria y así alojar la llanta trasera de la potente superbike nipona.
Otro de los componentes fabricados desde cero es el subchasis trasero, que confía en tubos de acero de diámetro reducido que le da un toque minimalista a la moto. Sobre este subchasis se acopla el colín de la moto, fabricado utilizando la fibra de vidrio para conseguir esa forma tan espectacular.


Igualmente llamativo es el escape de la moto, que está hecho de manera artesanal soldando numerosas secciones de tubo que van dibujando el recorrido necesario. Mención especial merece el fino trabajo de unir los cuatro colectores que salen de la cámara de combustión para unirlos primero en dos conjuntos que finalmente desembocan en un único silencioso, siguiendo el esquema 4-2-1.
Ya en el plano de la decoración, la Honda CB750/R1 sigue un esquema que recuerda a los colores oficiales de HRC, con un trabajo de pintura impecable que acaba de rematar la que es una de las preparaciones más elegantes y atractivas que se pueden encontrar en este tipo de motos.