Hablar de la Honda RC30 es hablar de una de las motos de serie más míticas y cotizadas en el mercado de coleccionistas a día de hoy. Sin embargo, hay veces en las que una joya como lo es la moto japonesa puede acabar convirtiéndose en una moto mucho menos atractiva perdiendo buena parte de su valor. ¿Cómo puede suceder esto?
Pues muy simple, dejándola en manos equivocadas que la modifiquen, perdiendo así su estado original y con ello el valor habitual. Desafortunadamente, si además estas modificaciones la convierten en una moto mucho más fea -cosa que es muy probable cuando cambias algo tan bien creado como lo era la Honda RC30 original– todo esto empeora.
Uno de los mejores ejemplos que puedes encontrar es el de esta unidad que se encuentra en Estados Unidos. Sólo hace falta ver el esquema de pintura que se le ha aplicado para darse cuenta de que habría sido mucho mejor estarse quieto y no tocar nada, pero cuando te sumerges en las modificaciones llevadas a cabo te das cuenta de que aunque no lo parezca, la situación siempre puede empeorar…

Esta Honda RC30 modificada es un buen ejemplo de que a veces es mejor no tocar
Y es que sólo hace falta ver otros aspectos que han sido “destruidos” en esta RC30 que aunque está prácticamente de serie, ha visto modificados otros componentes. Por ejemplo, los intermitentes de la parte frontal han sido retirados, permaneciendo intactos los traseros. Sin embargo, el portamatrículas también ha sido cambiado.
En un plano más técnico, otro de los elementos originales que ya no está en esta unidad es el silencioso del escape, que fue reemplazado por uno Micron. Si buscas el ventilador del radiador o el claxon tampoco los vas a encontrar, ya que fueron retirados en un claro movimiento para adaptar la moto a su uso en circuito únicamente.
Tal vez por eso mismo el amortiguador que lleva instalado la moto tampoco es el original. La RC30 salía de fábrica con un equipo de suspensiones de gran nivel, compuesto por una horquilla convencional y un amortiguador trasero regulables firmados por Showa. Mientras que la horquilla sí se mantiene, en el tren trasero encontramos un Fox también regulable.
De la misma manera, las culatas del motor fueron modificadas, lo que siempre es un tema delicado en motos de este tipo. Eso es precisamente lo que pasa con el eje trasero de aluminio, que es una pieza hecha en especial para unidades que buscan extraer más rendimiento en pista rebajando el peso. Algo parecido sucede con la tija superior, que como se puede es una pieza mecanizada en aluminio que sustituye a la original.




Lo que sí hay que destacar es que la moto ha sido completamente revisada por los mecánicos de Iconic Motorbike Auctions, que además la tiene dentro de su catálogo de subastas. Sin lugar a dudas eso es toda una garantía, aunque desafortunadamente la moto tiene algunos desgastes y pequeños desperfectos en diferentes piezas.
Lo bueno es que si la quieres, seguramente puedas volver a restaurarla y dejarla como se encontraba al salir de la fábrica de la marca japonesa. Por ahora su valor en las pujas es realmente bajo, lo que hace pensar que acabará subiendo.