Hace ya un tiempo que la Bimota KB998 fue anunciada como parte de un plan por parte de la firma de origen italiano para volver a ser una de las referencias del mercado en lo que a motos deportivas y con un gran grado de exclusividad se refiere.
Como es sabido, esta deportiva estaba destinada a ser una de las mejores de su categoría, llegando a ser la encargada de defender los colores del equipo oficial de Kawasaki en el Campeonato del Mundo de Superbike tras la salida de la ZX-10RR que hasta 2024 pilotaron Alex Lowes y Axel Bassani.
Sin embargo, las cosas no están siendo todo lo fáciles que hubiesen querido los responsables del proyecto, ya que a día de hoy la moto sigue sin contar con la homologación Euro5+ que permitirá su venta en Europa. Aunque eso no es todo lo malo, lo peor es que todavía queda bastante para que eso suceda.

La Bimota KB998 tiene un largo recorrido por delante hasta ser homologada en Europa
Desafortunadamente para los seguidores de la firma, la súper deportiva no ha conseguido todavía cumplir con todos los requisitos que exige la Unión Europea para poder ser vendida dentro de sus fronteras, lo que está retrasando su llegada a los concesionarios.
Según las primeras estimaciones, esto podría demorarse hasta la parte final del 2025, lo que impediría que llegasen las primeras unidades a los concesionarios antes de la primera parte del próximo 2026.
Afortunadamente para el proyecto del WSBK, la Bimota KB998 sí conseguirá las homologaciones necesarias para su venta en otros territorios del mundo. Países como China, Estados Unidos o Canadá recibirán a la espectacular moto en este 2025, lo que permitirá a la marca cumplir con los cupos mínimos de producción necesarios para que su participación en la máxima competición de motos derivadas de serie sea oficial.


Haber producido 125 unidades antes de que comience la temporada y otras 125 para su recta final será suficiente en 2025, aunque para la campaña 2026 serán 500 unidades las necesarias. En cualquier caso, esta situación no parece ser más que un leve contratiempo para el proyecto, cuya viabilidad en ningún momento parece estar en duda.
Lo que sí es una incógnita es el precio oficial que tendrá la última creación de Bimota, aunque para poder competir en el WSBK podrá costar como máximo 44.000 euros cuando llegue a los concesionarios.