Efectivamente, lo que estás viendo en las imágenes es una preparación de una Yamaha Fazer aunque no la veas por ningún lado. Entiendo que no pares de buscar alguna similitud, pero el trabajo de este preparador neerlandés es tan exquisito que es imposible reconocer ningún detalle de una Fazer en esta customización.
El culpable de esta obra de arte sobre ruedas se llama Maarten Poodt, un entusiasta de las motos que regenta un taller especializado en restaurar y fabricar asientos personalizados para sus clientes llamado Yellow Rider. Pero Maarten también ha llevado su arte, en pequeñas dosis hasta hace muy poco tiempo, al mundo de la preparación de motos. En 2021 sus trabajos empezaron a coger bastante fama y hoy en día es un reconocido diseñador.
Por ahora todos los trabajos de este modesto diseñador se han basado en modelos de la marca de los 3 diapasones, no sabemos la razón o si solo se quiere dedicar a esta marca en el futuro. Pero lo que sí tenemos claro al ver esta preparación de una Yamaha Fazer, es que lo que Poodt toque con sus manos lo convierte en oro.
Esta preparación de una Yamaha Fazer podría estar expuesta en un museo
Si entramos en detalle de esta customización en concreto, lo primero que debemos mencionar es que la moto de base es una FZS600 Fazer del año 2000 y que su estética se ha basado en la mítica Yamaha TZ500 que compitió en la década de los 80. Aunque lo único que queda de ella es el depósito de combustible, el resto está todo cambiado.
Como puedes imaginar, el trabajo que ha tenido esta moto ha sido ingente tanto en horas como en esfuerzo. Además, aunque estéticamente la veas como una moto de carreras, las instrucciones de su dueño incluían que debía seguir siendo homologable para circular con ella por la calle sin problemas, más complicaciones añadidas.
A pesar de que la estética es lo que más llama la atención, ha sido el trabajo en la parte ciclo y sus componentes lo más laborioso de este proyecto. Lo primero con lo que Maarten se puso manos a la obra fueron las suspensiones, el amortiguador trasero es un WP de alto rendimiento anclado al basculante a través de un soporte artesanal que lo sujeta al basculante, fabricado por él mismo. En el tren delantero también integró una horquilla deportiva que le “robó” a una Yamaha R6 y le fabricó unas nuevas tijas.
La misma R6 donó su sistema de frenos, latiguillos metálicos incluidos, para este trabajo, siguiendo la línea más deportiva que le quería dar la moto. En cuanto al motor, después de una exhaustiva revisión, vio que el original estaba en buenas condiciones y tan solo se le hizo un profundo mantenimiento para dejarlo como nuevo. No fue así con el sistema de escape, el cual lo hizo él a medida y lo remató con dos silenciadores de la marca Lazer.
El carenado es una réplica muy conseguida de la TZ500 original, al que le tuvo que adaptar el subchasis para encajarlo en el bastidor de la Fazer, al igual que otros anclajes que tuvo que modificar para que estuviera todo perfectamente sujeto.
Por desgracia, esta maravilla fabricada por este artista en su pequeño taller, que dará mucho que hablar, no está a la venta. Eso sí, su dueño ahora tiene una joya de dos ruedas en el garaje que podríamos catalogar única en el mundo.