Los últimos Grandes Premios bandera a bandera habían sido un caos, incluso peligrosos. Por eso se ha introducido una nueva normativa con piruletas como las de la F1.
A nadie le cabe duda que las últimas carreras de MotoGP bandera a bandera habían sido un caos absoluto. Sabedores de ello, desde la dirección del campeonato se han propuesto varios cambios. El más llamativo es la introducción de las llamadas piruletas para controlar la salida, pero hay más. Las piruletas son los carteles similares a los que se han utilizado durante décadas en la F1. Su objetivo no es otro que el de regular la salida tras el cambio de moto. Cuando un piloto entraba a cambiar moto, automáticamente saltaba y salía de nuevo a pista.
Ahora, la nueva reglamentación busca minimizar riesgos. Para ello se introduce la figura del mecánico que no debe dejar salir al piloto hasta que sea seguro. Obviamente, se pueden cometer errores, pero la seguridad da un paso adelante. Ahora será más complicado que un piloto se anticipe.
Pero eso no es todo, la disposición de las motos de reserva estará dictada por Dirección de Carrera. Hasta la fecha se colocaban al gusto de los pilotos, lo que permitió ver escenas espectaculares saltando de una a otra moto casi en marcha. Ahora, las motos están situadas en forma de V. La moto con la que se entra a boxes queda mirando a los mismos, mientras que la otra está parada apuntando al pit-lane. Cuando el piloto llega no queda más remedio que bajarse y correr a la otra moto, pero sin tantas precipitaciones. Al menos eso es lo que se ha podido ver durante el ensayo llevado a cabo en la FP2 de MotoGP. Todo ha estado bastante controlado, a excepción de Valentino Rossi, al que su mecánico ha dado la salida antes de tiempo en una acción que de haber sucedido en carrera hubiera sido analizada por los comisarios.
