A día de hoy ya nadie duda de que el sistema ABS es una de las mejores cosas que puede equipar una moto para mantener la seguridad lo más alta posible en todo tipo de circunstancias. Este sistema ha evitado infinidad de caídas y ha salvado muchas vidas, pero no todas las motos cuentan con ello, lo que nos lleva a plantearnos la siguiente pregunta: ¿es posible poner ABS a una moto que no lo lleva de serie?
Desde hace unos años, la ley obliga a que la mayoría de los modelos que se venden en Europa -de cilindradas medias y altas- tengan el ABS como una parte imprescindible de su equipamiento, siendo si no necesario contar con frenada combinada en los modelos de pequeña cilindrada. Este sistema, que impide que las ruedas se bloqueen durante la frenada está ampliamente instaurado en los coches desde hace décadas, habiendo llegado más tarde aunque con una gran proyección a las motos.
Desafortunadamente, a día de hoy hay todavía muchas motos que no cuentan con este sistema por haberse fabricado hace unos años. Es precisamente en esos casos en los que puede surgir la duda de si es viable poner ABS a una moto que no lo lleva de serie y cuyo diseño no está adaptado para ello. La respuesta teórica a esta cuestión es sencilla: en muchos casos sí que sería posible hacerlo.
Eso sí, que sea posible no lo hace ni mucho menos sencillo. Lo primero que habría que estudiar es si las llantas pueden recibir la rueda fónica que es imprescindible y que permite que junto a los sensores que también tendríamos que instalar se pueda saber si la rueda se bloquea o está a punto de hacerlo. También deberíamos estudiar si las pinzas, latiguillos y bomba equipados lo permiten, siendo muy posible que tuviéramos que cambiarlos también.
Poner ABS a una moto que no lo lleva de serie es sin duda un trabajo costoso, difícil y engorroso
Si todo esto ha sido posible, llega el momento del siguiente quebradero de cabeza: instalar el módulo ABS que comanda todo lo anterior. Si no tenemos espacio para ponerlo en nuestra moto de una manera correcta todos los demás componentes no funcionarán, habiendo sido un esfuerzo en valde el de colocarlos y comprarlos.
En ese punto no se habrá acabado el proceso, ya que antes de que la moto circule legalmente necesitaremos homologar todo, lo que puede ser una misión muy difícil si no directamente imposible. Para ello necesitaríamos una serie de certificados y documentos que no serían nada fáciles de conseguir.
Si metemos todo esto en la misma ecuación, aunque sea técnicamente posible poner ABS a una moto que no lo lleva de serie no es desde luego una buena idea intentarlo. Además de tener que afrontar múltiples “trampas” que nos iremos encontrando, el coste se disparará mucho más allá de lo que nos costaría vender nuestra moto y comprarnos una que ya disponga de este gran sistema que ayuda a que la conducción sea mucho más segura.