Las motos cruiser están viviendo una segunda juventud y además se está democratizando mucho su uso, con modelos cada vez más económicos y de media o baja cilindrada más al alcance de una mayoría. La Victoria Simplee V7 es uno de los últimos modelos en sumarse a esta corriente, aunque lo hace con una característica importante, ya que a pesar de su nombre que recuerda mucho a Alemania ha nacido “hablando” chino.
Desde hace ya años, China es sin lugar a dudas uno de los puntos más importantes en cuanto a la creación de motos, si no el que más. Sin embargo, aunque constantemente aparecen marcas propias nacidas al completo en el país asiático, también se está produciendo un fenómeno interesante en el que una marca china compra el nombre de una marca europea con historia para retomar su producción. Ese es precisamente el caso de esta Victoria Simplee V7.
Si tienes un buen trasfondo en el mundo de las dos ruedas, sabrás que Victoria fue una marca de motos alemana que nació a principios del siglo 20 en Nüremberg, ciudad que vio su popularidad muy extendida unas décadas después por motivos más que funestos. La producción de la marca se detuvo en 1966, pero no fue un adiós, fue un hasta luego… o algo parecido.

La Victoria Simplee V7 explota su lado cruiser con un aspecto moderno y agresivo
Y es que, al igual que ha sucedido con otras marcas como Benelli o Moto Morini, que tuvieron su máximo momento de esplendor a mediados del siglo pasado, un grupo chino se hizo con los derechos de la marca, renaciendo de esa manera. Esta Victoria Simplee V7 es un buen ejemplo de ese resurgir, convirtiéndose en una moto cruiser accesible por precio y prestaciones al más puro estilo chino.
Tras la compra de estos derechos en 2021 por Ningbo Longjia Motorcycle, la primera versión de la Victoria Simplee V7 llegó el pasado año, aunque su producción se limitó a ser la de un modelo destinado únicamente a ser vendido en el mercado nacional chino.
Ahora, algo más de un año después, la Victoria Simplee V7 está preparada para dar el salto al resto del mundo gracias a unas cifras que no son malas. La moto china equipa un propulsor bicilíndrico de 675 centímetros cúbicos, del que se pueden extraer 42 CV de potencia. Aunque está algo lejos de los 48 CV máximos que podría tener para ser apta para usuarios del carnet A2, esa potencia sería suficiente para unas prestaciones razonables.
Eso sí, donde más brilla esta cruiser china que soñaba con ser alemana es en su equipamiento, ya que si nos fijamos en sus suspensiones o en sus frenos encontramos marcas de nivel reconocido. Para detenerse confía en equipo fabricado por Nissin, mientras que las suspensiones están firmadas por Kayaba tanto en el tren delantero como en el trasero. Además cuenta con un sistema de Control de Tracción.

Además de su estética quizás demasiado exagerada -para gustos los colores- la Victoria Simplee V7 cuenta con otros elementos que refuerzan ese estilo, como el asiento doble, la parte trasera de aspecto minimalista y moderno o el gran depósito de gasolina con unas formas agresivas. La parte delantera, con la abultada rejilla frontal para el radiador y el llamativo faro sobre el que se coloca una pequeña cúpula hacen el resto.
En el plano más tecnológico, la V7 equipa un cuadro TFT redondo sobre el que se pueden ver los detalles más importantes durante la conducción. Como no podía ser de otra manera, las ópticas son full LED y dispone de tomas USB para cargar dispositivos móviles.
Aunque todo apunta a que algún día podremos verla rodando por nuestras carreteras, por el momento la Victoria Simplee V7 no ha llegado a Europa. Lo que sí sabemos es que su precio en China ronda los 3.400 euros, un dato importante que puede jugar a su favor para llegar al viejo continente en una buena posición para competir con las múltiples rivales.