¿Cuál es el secreto de esta Zontes 368G para conseguir un éxito tan rotundo e inmediato? Después de haber estado una semana con ella yo lo tengo claro, es una mezcla de tres factores que de manera independiente pueden no llegar a sumar tantos adeptos como para acabar su primer mes en el tercer puesto de ventas pero que si los sumas, acaban completando la fórmula del éxito.
Sin embargo, esos tres factores no son lo único destacable de la moto, que se sirve de años de evolución hecha por los responsables de la marca china, que acumula ya un buen número de años creciendo a ritmo lento pero constante. Tal vez este año sea uno de los más importantes para Zontes, tal vez el crecimiento de este año gracias a esta moto y a otras como la 703F que está llegando o la 703RR que llegará en unos meses les dé un buen empujón.
Y es que atrás quedan los años en los que los primeros modelos de Zontes se tenían que ir abriendo paso con mucho escepticismo sobre ellos y con muchos prejuicios por parte del mercado. De aquellas motos de pequeña cilindrada en su mayoría y con diseños arriesgados a esta 368G hay un mundo, no sólo visualmente sino también en su funcionamiento.
La Zontes 368G es la mejor Zontes hasta ahora
Esta afirmación, que puede sonar muy tajante, es la sensación que deja la scooter adventure china después de probarla en profundidad. Centrándonos en cómo va la moto en la vida real, lo cierto es que la 368G funciona bien en todo tipo de ámbitos. Después de rodar con ella por terreno urbano, en el que se desenvuelve a la perfección, tocó el momento de sacarla a autopista, donde el resultado fue igualmente positivo.
Tras ello, fue el turno de llevarla a carreteras convencionales reviradas, donde acabó de dejar claro que está preparada para todos esos ambientes. Eso sí, no había acabado ahí la prueba… quedaba meterse por caminos con ella. Si bien es cierto que este terreno es el que más se le resiste como es lógico, su diseño hace que también se desenvuelva razonablemente bien y que puedas divertirte con ella fuera del asfalto.
En realidad la moto no es ni pequeña, ni baja, ni estrecha, pero igual de real es que tanto callejeando como en curvas cerradas se maneja muy bien. Sólo hace falta insinuar la entrada en la curva para que la moto gire sin ningún esfuerzo. Además, gracias a sus geometrías y medidas, su estabilidad en autopista es muy buena. Puedes recorrer decenas de kilómetros con ella a velocidades de crucero de 120 km/h y alcanzar picos superiores sin que haga ningún movimiento extraño, sin que se desestabilice en ningún momento.
Un motor que aporta polivalencia
Buena parte de la responsabilidad de esa polivalencia de la que hace gala la Zontes 368G -aunque no toda- es de su motor, que entrega casi 39 CV de potencia y 40 Nm de par. Esta cifra es superior a la de sus rivales más directos y permite que puedas salir a autopista sin ningún problema. Cuando circulas al máximo legal, te quedan al menos 2.000 rev/min para que llegue a la zona roja del cuentarrevoluciones.
Aunque pueda parecer un detalle sin importancia, es realmente importante. No por el hecho de que puedas correr más, sino por el hecho de que puedes hacer todos los kilómetros que quieras a 120-130 km/h porque no la estás llevando cerca de su límite. Eso seguramente sea un punto a favor de la fiabilidad mecánica.
La entrega de esta potencia es muy agradable y fluida, siendo completamente controlable tanto se tenga experiencia como si no se tiene. Es verdad que en algunos momentos parece que no empuja todo lo que podría con su potencia, pero es igualmente más que suficiente para desplazarse en el día a día y para divertirse en carreteras convencionales o en salidas de fin de semana.
Y eso es precisamente lo que tenemos con todos los apartados de la moto, que en conjunto hacen que sea una opción muy buena para ese perfil de usuarios. Como punto interesante, podemos poner el modo Eco o el modo Sport, que aunque no son demasiado diferentes abren la posibilidad de ajustar algo la respuesta de este propulsor y afinar más su consumo, que ronda los 3,6-3,7 L/100 km haciendo una conducción no demasiado agresiva.
Más que un motor
Además de su propulsor, hay otros dos elementos responsables de que la 368G funcione bien en los diferentes escenarios a los que se puede enfrentar. El primero de ellos es su bastidor tubular de acero, que ofrece una rigidez apropiada para una conducción efectiva que combina la agilidad cuando hace falta con la estabilidad.
Por otro, están sus suspensiones, que tienen un comportamiento duro relativamente pero que no resultan secas en ningún momento. Circular por poblado con los consiguientes resaltos es igual de cómodo que hacerlo por carretera con los cada día más habituales baches. Pasas por encima de ellos y la moto no flanea, no se mueve.
Para mi peso, el tarado de serie de la moto es apropiado, pero tanto la horquilla como los amortiguadores se pueden regular en varios parámetros. Podemos jugar con la compresión y la extensión en el tren delantero y con la precarga y la extensión en el trasero.
Un punto algo mejorable de la parte ciclo es el tacto de las bombas de freno. JJuan es la marca que firma ambos equipos, teniendo una actuación correcta. Sin embargo, el tacto que encontramos en las manetas es poco directo, dando la impresión de que la moto no va a frenar todo lo que queremos. Afortunadamente no es así en realidad y si apretamos, la moto se clava literalmente.
Equipamiento por todos los rincones
Como decíamos al principio, el éxito de la Zontes 368G se debe en mi opinión a una combinación de tres factores, siendo el primero de ellos su buen nivel de equipamiento. La moto cuenta con bastantes sistemas y elementos que hacen que su valor se incremente exponencialmente, siendo una de sus principales armas para convencer. Su estética, el segundo factor, también contribuye y mucho, pero para mí tiene más peso el equipamiento.
El listado de componentes añadidos en esta scooter adventure es prácticamente interminable, siendo algunos de ellos realmente útiles. En la parte frontal encontramos la pantalla parabrisas, que se puede colocar en 5 posiciones aunque hay que hacerlo de manera manual. Muy cerca está la cámara frontal, que va grabando lo que sucede delante nuestra. A ella se suma la trasera, disponiendo ambas de unos sensores de Sony para mejorar la grabación nocturna. Un poquito más abajo, ancladas a las defensas laterales que lleva la moto, están los faros auxiliares antinieblas.
Para una mayor comodidad sobre todo en épocas frías, la moto incorpora cubremanos y puños calefactados, que son regulables en potencia. Por su parte, ambas manetas son regulables en posición, algo que siempre es interesante. En el manillar, que es ancho y elevado, se integran las piñas retroiluminadas, que dan un toque atractivo y que son útiles en conducción nocturna. También aparece en el lado izquierdo el freno de mano, otro detallito más que se suma a la lista.
El sistema Keyless se une a la gestión por botones de todos los mecanismos, incluidas las aperturas del depósito de gasolina y del asiento. Bajo este, la 368G permite guardar dos cascos integrales, llevando luz y un hidráulico que mantiene abierto el asiento mientras accedemos a su interior. Es muy agradable ver que en esta zona tenemos una especie de funda textil que impide que los objetos se muevan demasiado o que se rocen con el plástico de la moto. ¿Es eso todo? No.
La Zontes 338G sobre tierra
Para hablar del resto de detalles del equipamiento de la Zontes 368G hay que sumergirse en su parte más aventurera y sacarla del asfalto. Para rendir mejor en tierra, la moto equipa un juego de estriberas extra que permiten conducirla levantado de manera cómoda y con más control.
Precisamente para controlarla mejor en terrenos deslizantes la moto permite que desconectemos el control de tracción y también el ABS trasero. Al menos la segunda opción es recomendable llevarla a cabo si se conduce sobre tierra, ya que si no podemos tener algún que otro problema para detenernos si la superficie está demasiado resbaladiza.
Todo esto lo podemos ver en el gran cuadro de instrumentos formado por una pantalla TFT de 8”, que refleja toda la información de manera sencilla. Parte de esa información es el estado de los neumáticos, ya que la 368G equipa sensores de presión y de temperatura que aportan un extra de confianza y de seguridad. Mientras que el control de tracción se desactiva con un botón en la piña derecha, para desactivar el ABS trasero hay que navegar por el menú, que está en español.
Hay que ser conscientes de que la moto no es una moto de enduro, pero sí es cierto que para recorrer caminos normales funciona bien. Tanto las suspensiones como los frenos son agradables sobre la tierra, teniendo la limitación de los neumáticos que al no ser de tacos tienen los niveles de agarre propios de su tipología. En cualquier caso, puedes hacer caminos o pistas sin ningún problema, abriendo la puerta a un toque de diversión que siempre es bienvenido.
Hay que destacar que esa pantalla TFT de 8” incorpora un sistema de conectividad que permite disfrutar de varias funciones, como la Mirror Link que duplica lo que vemos en nuestro móvil en ella. Esto es altamente útil a la hora de usar el navegador de nuestro smartphone.
¿Y el precio?
El punto final de las claves que están convirtiendo ya a la 368G en una moto referente en el mercado aun contando con cerca de dos meses de vida es tal vez uno de los más importantes: su precio. La moto de la marca china cuesta 5.592 euros, un precio realmente bajo y más aún teniendo en cuenta su nivel de equipamiento y sus buenos acabados.
Sin lugar a dudas, ese será un detalle importante para muchos usuarios a la hora de elegirla frente a sus rivales más directas, pero lo mejor de todo es que no es lo único que la hace ser una de las motos más atractivas del mercado ahora mismo. La moto está disponible en los concesionarios oficiales de Zontes en nuestro país en cuatro versiones de color diferentes (blanco, gris, verde y negro).
